por María Carmen Buelga Otero….

Estamos transitando la pandemia del coronavirus Covid 19, lo que supone una experiencia inédita a nivel mundial. Esta situación implica una cuarentena obligatoria, en la que nunca pensamos que  podría pasar, ya que la misma impone  que tengamos días o meses de estar en un espacio físico limitado, acompañados solamente con el núcleo familiar más íntimo.

De este confinamiento surgen situaciones que afectan los vínculos de los integrantes de la familia, como son entre los cónyuges, los padres con los hijos y entre los hermanos o algún otro miembro que conviva con ellos. Los especialistas exponen que en períodos, como los que se están transitando hay un mayor riesgo en la estabilidad de las parejas, dado que pueden surgir tensiones a nivel emocional difíciles de controlar por situaciones en  la organización de las tareas domésticas, cumplir con el trabajo empresarial y profesional por medio de la tecnología, también cual es el tiempo que la madre o el padre le dedican al cuidado de los hijos.

La conformación socio-económica del Siglo XXI implica que muchas madres y padres tengan empleo, pasando más tiempo en las organizaciones de trabajo que en su casa. Esta pandemia con la exigencia de la cuarentena ocasiona cambios y conflictos en las interrelaciones familiares, uno de estos surge al dejar la rutina laboral, donde se pierde compartir espacios públicos y sociales al ser confinados en el hogar.  Sin embargo, la excepcional situación puede ser una oportunidad para reforzar los vínculos conyugales y familiares.

Como expresamos anteriormente, esta pandemia COVID19 impone el aislamiento social y se da en todo el mundo, lo que hace que las familias deban repensar nuevas formas de vincularse lo que ocasiona nuevas normas de convivencia y más cuando hay niños/as y adolescentes y los padres toman nuevos roles que hasta el momento de la cuarentena no los hubieran pensado. 

Al compartir las 24 horas del día en un espacio físico, que en muchos hogares  puede ser reducido o no, implicando mayor contacto interpersonal y surgen pedidos de colaborar en las tareas domésticas, como son limpiar, ordenar los ambientes, cocinar, realizar las compras, que generalmente están depositadas en las mujeres y en tiempos anteriores a la pandemia no se los registraba, por parte de los otros integrantes de la familia. 

Estos cambios exigen organizar las rutinas diarias, implementando los horarios de comidas, ejercicios físicos, las actividades educativas, laborales y recreativas, esto es muy importante dado que es un ordenador para todos. Cuando se tienen niño/as y adolescentes es necesario enseñarles como realizar la higiene personal,  y de los espacios físicos que comparten, explicándoles que es la enfermedad por COVID19 en forma apropiada a las edades y  porque es necesario el aislamiento, dado que estos están acostumbrados a compartir sus actividades con amigos, compañeros, abuelos, tíos y primos, lo que en muchos puede generar situaciones emocionales frustrantes.

Si bien la reacción inicial fue de total apoyo a la suspensión de las clases presenciales por la cuarentena establecida, esto dificulta en muchos padres el poder compatibilizar el acompañamiento escolar que deben realizar, cuando los docentes remiten las tareas o las clases se realizan por plataforma según la edad de escolaridad y también cumplir con su trabajo a distancia a través de la tecnología. 

Asimismo los docentes afrontan una situación no pensada y deben generar estrategias para remitir las labores a los estudiantes que están en sus hogares, como es organizando espacios virtuales compartidos, debiendo considerar  la  importancia de la comunicación eficiente con los alumnos y los padres, al realizar  la remisión de los tele deberes, que no es simplemente descargar nuevas apps o incorporar herramientas tecnológicas, sino tratar que las mismas sean funcionales a la realización de las tareas encomendadas. Este mantener la actividad escolar es una forma de asignar al estudiante su responsabilidad de cumplir con las mismas, ello les implica cierta autonomía, aprender a tomar decisiones y estimular su creatividad ante las diversas opciones que le presentan las tareas escolares.

Estos nuevos escenarios escolares pueden generar un ambiente más tenso, por lo que es conveniente por parte de los padres mostrar paciencia y acompañarlos en las actividades que realizan de acuerdo a las edades que tengan los hijos. 

Es interesante generar una rutina similar a la que tenían en el colegio, especificando en que horario y tiempo se van a realizar las tareas que el docente envió o sea una réplica del  cumplimiento semanal escolar. También se les puede proponer  que sugieran ellos algunas actividades que les gustaría hacerlas solos o con los padres y es un buen momento para trabajar los valores de respeto, compromiso y solidaridad con las personas y hacerles comprender que los limites que se les establecen es por el cariño que se les tiene y su protección.

Aprendimos que la convivencia de 24 horas todos los días de la semana genera nuevas formas de relacionarnos que obligan a pensar en cómo expresamos las emociones propias y consideramos las de los otros integrantes. Desde una visión positiva, observamos que la cuarentena en muchos hogares está afianzando las relaciones afectivas, al darle importancia a la colaboración familiar para superar la situación que se atraviesan por el virus COVID 19. También el bienestar familiar toma importancia en relación al consumo de alimentos sanos, abandonando comidas que no aportan los nutrientes necesarios a  adultos, niños/as y jóvenes. 

Por ello, cuando se supere la pandemia sería conveniente pensar y analizar lo que ha generado en el entorno familiar, social, sanitario y escolar de forma de presentar instancias que optimicen estas actividades tan fundamentales a la sociedad y a su vez conocer los comportamientos y conflictos que hayan surgido ante el aislamiento obligatorio y su impacto en las personas.

Son momentos difíciles, pero con el compromiso y la responsabilidad de cada uno de nosotros se superará la pandemia que abarca a nuestro mundo.