por Irene Kampel

Desde el Foro de Mujeres del Mercosur queremos compartir herramientas tecnológicas que flexibilizan la tarea presencial en los sitios de trabajo, y que han surgido con gran fuerza en este momento de crisis para apoyar al desempeño y funcionamiento de PYMES y empresas y, por ende, a nuestro país.

Dado que las empresas que tienen que tener continuidad en los servicios que prestan y que por distintas circunstancias excepcionales tuvieron que interrumpir sus prestaciones desde la base operativa, se fue preparando e incorporando tecnología que les permitiría realizar las tareas diarias a sus empleados desde sus casas, lo que se llama “home office”. Es decir, en vez de concurrir a la oficina, distribuyen las tareas diarias en sus respectivos domicilios particulares. Esas herramientas, como el sistema contable online, correo mail, WhatsApp, Skype, Zoom, Slack, permiten subir presentaciones, imágenes, videos, compartir o subir archivos, proyectos, los equipos de trabajo se pueden comunicar en forma grupal, individual o por gerencias. Un ejemplo importante en e-commerce es el software de comunicación con clientes y con los ejecutores de venta, que son una necesidad importantísima en las empresas permitiendo estas aplicaciones ser compartidas por más de 100 participantes.

El Covid-19 hizo que el home office posibilite a las empresas que no pueden concurrir a sus lugares de trabajo, cumplir con la prestación de los servicios con responsabilidad, horarios ampliados, calidad esmerada, dado que son supervisados constantemente en forma online. Las empresas pueden seguir prestando sus servicios a los clientes trabajando desde sus domicilios a través de estas plataformas especialmente diseñadas para estas circunstancias.

Respecto al trabajo de la mujer en la empresa, hay algunas compañías que reconocen lo importante que es para la mujer disponer de tiempo personal para su entorno y el home office permite que puedan tener un viernes semanal o cada quince días con este fin, ya que gozando de esta flexibilidad cumplen con la tarea y pueden resolver sus necesidades particulares al mismo tiempo.

En lo que respecta al cumplimiento de los deberes y obligaciones para las trabajadoras el esfuerzo en las circunstancias de la cuarentena es mayor, ya que debe atender y ayudar a sus hijos con las tareas educativas, cocinar, limpiar y cumplir con el horario de trabajo. Las tareas su multiplican cuando la mujer es jefa de hogar o cumple tareas imprescindibles para la pandemia y no pueden contar con ayuda por las limitaciones económicas y de movilidad en general de las personas.

En este sentido quisiéramos saber cuál será el rol del Estado en favor de las mujeres para amortiguar el exceso de cuidados familiares que pesan sobre el género que aumenta a medida que disminuyen los ingresos económicos y es necesario aumentar las horas de trabajo. El impacto de la pobreza y la desigualdad de la mujer es un tema que requiere la atención desde las políticas públicas.

La cuarentena es una oportunidad para acercarnos a las mujeres, entender estas nuevas metodologías y ofrecer nuestra experiencia para que otras mujeres las incorporen, se capaciten y las utilicen para participar de encuentros, intercambiar ideas, hacer propuestas, desarrollar acciones, emprender nuevas estrategias de trabajo y así percibir que estamos actualizadas.